Es un restaurante que te recuerda al hogar. Es atendido por su propietaria, y te tratan como en ningún otro sitio. De lejos, es uno de los mejores restaurantes que rescata comida típica y una cultura algo alejada de la cúpula capitalina. La comida es deliciosa, (recomendadísimo el hornado), e incluso te regalan tinto y fresas con chocolate. No hay lugar más cálido que este, aunque a veces tarde un poco el servicio, vale la pena cada segundo de espera, porque en los platos se nota que no es algo sistematizado, sino que es un legado culinario y una tradición la manera en que se cocina y se sirve.
Platos recomendados
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Precio por persona de: Entrada + Plato principal + bebida SIN ALCOHOL
Precio = Entrada + PLato principal + Bebida
¿Qué decir? La comida es lo que importa aquí. Esa tan mentada experiencia del nuevo milenio, la atención a los detalles, el individualismo rastrero que se ve en asuntos como la decoración y el refinamiento en la presentación de los platos no es parte de Sindamanoy. Todo lo contrario, en este restaurante se rescata una tradición, se sirve buena comida, en grandes porciones. ¿Se puede pedir algo más? Bueno, hay fresas con chocolate gratis y el tinto se sirve para todos los comensales. Es un sitio que te va a recordar el hogar, y no se trata de un sentimiento artificial, una mentira puesta para vender. Aquí te atienden a veces lento pero con cariño. (Indispensable: responder qué es mejor, si el cerdo hornado o el frito).
Vale la pena probar la típica gastronomía pastusa, se va a la fija porque su propietaria lo atiende personalmente! Los platos sin muy generosos, así que es mejor compartir.
Ambiente hogareño. El restaurante es atendido por su dueña. De entrada dan empanadas hojaldradas de carne con azúcar, maíz tostado y maíz pira. El hornado es el plato que de debe probar (cerdo asado ñami ñami, delicioso), viene acompañando de mute, lechuga y puré de papa criolla con queso. Dan de postre fresas con chocolate 👌🏻 Vale la pena visitar este restaurante
Comida típica de Nariño. Comida muy fresca.El horneado, las fritatas y el timbolito son muy buenos. El ambiente un poco rústico
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