El Bandido

Un restaurante unico en bogotá, super recomendado; la atención, el lugar y la carta espectacular, todo es delicioso en especial el pulpo.

Excelente restaurante para ir con amigos. Las porciones pueden ser un poco pequeñas pero la preparación es excelente con buena atención.

Un buen sitio para cualquier ocasión... Lo primero que tengo que decir es que el servicio de reservas ha mejorado significativamente. No había peor experiencia que llamar a este restaurante para que le dieran una reserva tres semanas después. El gran problema sigue siendo el parqueo. La zona no ayuda para nada. Inclusive el valet parking es medio caótico. Creo que el ideal es llegar caminando o en transporte público. Una vez se entra al restaurante, todo cambia. Su ambiente es increíble, su decoración original y el servicio a la mesa estupendo. La carta es muy variada y las preparaciones están muy bien presentadas. En las entradas los mejillones y el queso camembert con peras son deliciosos. El pulpo no lo recomiendo. De plato fuerte el cochinillo (para dos) y las carnes en sus diferentes salsas son muy buenas. Las papas fritas de acompañamiento son increíbles. Tendré que ir más seguido...

Hice mi reservación con un mes de anticipación pues no quería que por nada del mundo me fueran a decir que no tenían disponibilidad. La verdad es que es excelente en todo el sentido de la palabra. Celebré mi cumpleaños, eramos 15 personas y todos salimos muy contentos. La acomodación en mesa y sillas bajitas no me gustó mucho, un poco incómodo porque eran sofás pero la verdad es que la música en vivo, el ambiente y la atención de sus meseros hicieron que esto no fuera ningún inconveniente. La comida llegó bastante rápido, una vez se ordenó, no pasaron mas de 15 min para que estuviera en la mesa, todo caliente y muy bien organizado, el sabor y presentación son muy buenos, y del ambiente ni hablar, se siente uno en otro lugar, muy bien decorado y atendido. Gracias al restaurante por el esfuerzo que hacen para que uno salga, como nosotros salimos, muy contentos y agradecidos.

Hemos disfrutado de comida de buena calidad en este sitio. El menú es pequeño, con lo cual consiguen concentrarse y preparar bien los platos que venden. El ambiente no es acogedor, la mayor parte del local está cubierto por unas marquesinas que dejan entrar corrientes de aire y el ruido y la contaminación de la calle, lo cual no es bueno en una ciudad como Bogotá. Algunas de las mesas para grupos grandes (6-8 personas) son muy incómodas, tienen no más de 50 cm. de altas al igual que los asientos, con lo cual los comensales tienen que hacer grandes esfuerzos para poder comer. En fin. No espere encontrar los más clásicos postres franceses, la selección es limitada, el que comí estaba soso (crème brulée).