Bien ambientado, la música agradable pero el servicio deja mucho que desear. Estuvimos un grupo de 12 personas, cuando llegamos al restaurante estaba solo y progresivamente fueron llegando comensales; con sorpresa vimos que en las otras mesas pusieron pan y a nosotros no, por lo cual tocó pedirlo, pedimos 8 entradas, se demoraron media hora para traerlas y luego tocó esperar una hora para que nos sirvieran los platos, fueron llegando poco a poco en lapsos de 10 minutos o mas, algunos de ellos llegaron fríos. En mi caso pedí la pasta del día, muy buen sabor bien presentado pero fui al último que le sirvieron y eso que era el plato del día. No vale la pena volver.

Un atractivo especial es ver la preparacion de los platos desde desde la barra o el sushi, comida bien preparada y de buen sabor, el local muy pequeño y ruidoso por que queda en el sotano del centro comercial cerca a los juegos mecanicos.

Recomendables las tortas y chesscakes, de muy buena calidad, el precio un poco alto pero bien vale la pena volver

Los productos son de excelente calidad, pero el tamaño de las porciones son muy pequeñas comparadas con su precio. La atencion es bastante regular.

Excelente atencion, ambiente agradable y la comida bien presentada, buen sabor, las carnes bien preparadas y buen sabor,?vale la pena regresar para probar mas platos, deliciosa la entrada de chicharrones y pendiente de probar su especialidad el Sparrit

Buena opción para almorzar a un buen precio la comida bien preparada y bien presentada, buena barra de ensaladas y las carnes muy buenas.

Lugar de tradición en Bogotá, siempre el plato doble de salchichas con pan francés y su salsa, deliciosas. El sitio sencillo pero bien vale el viaje al centro.

La decoración no me gustó, parece para ambientar una película de terror, la comida me parece de buen sabor y el servicio normal, nada especial.

Buena opción para almorzar económico y de buen sabor, el famoso corrientazo o algo más de una carta variada, con platos bien presentados que guardan relación con el precio.

Restaurante pequeño con una decoración agradable, la cazuela de mariscos muy rica y la atención buena, un sitio para volver.