Hicimos esta buena elección dentro del centro comercial para almorzar con deliciosas carnes, ensaladas y bien atendidos.

A este restaurante lo califico como el mejor pensado por los diferentes ambientes y la carta que se acomodan perfectamente a la necesidad y a la ocasión que puede ser tomarse un rico café o tener un almuerzo de negocios.

La escapadita Rauch a comer unos deleitosos postres se justifica, salimos encantadisimos y llevando a casa.

Gratísima experiencia pedimos una entrada de chinchulines tostados que nos abrió el apetito y nos preparó para un bife de chorizo y un churrasco que no se pueden expresar, amenizado con tangos interpretados por un cantante argentino de primera.

Para una celebración en casa encargamos una paella que resultó la reina de la fiesta por su sabor y por la generosidad en los mariscos, seguro que muchos de los que la disfrutaron llegarán al restaurante.

Resultamos probando de varios y exquisitos "platicos", fue una experiencia buena y diferente.

Por insistencia de nuestra hija llegamos y definitivamente nos sentimos fuera de lugar, este es un sitio es para jovenes quienes disfrutan al máximo; la cervecita artesanal de muy buena calidad.

Pasamos una velada buena aunque la expectativa era que se presentara el dueño Andrés Cepeda con su música como lo prometieron telefónicamente y no sucedió. Moderno recinto muy atrayente.

Esta es una propuesta que va más allá de lo que esperaba, de un lado los platos orientales y los pescados con un toque único, la posiblidad de hacer reserva para una recepción intima. Por otra parte la elegancia exquisita del lugar que también es climatizado y la cultura de servicio de los empleados.

La experiencia con la pesquera es regia, lógicamente la comida de mar cuidadosamente manejada y muy apetitosa.