Tremé

Estuvimos con mi esposa y nos gustó tanto que volvimos a los ocho días. Nos fuimos con toda!!! 1. Entrada: Chicharrones. No imaginan la locura. Qué cosa tan buena! Suaves y crocantes, con un sabor espléndido que se lo da el vino en el que fueron marinados. 2. Platos fuertes: Costillitas y Pollo al vino. Declaro que este es el mejor Pollo al vino de la ciudad. Y las costillas... qué les digo? Es como si estuviera en la mesa de Luis XIV. Mucho me imagino que los reyes comieron así. Qué delicia. 3. Acompañamientos: Macarrones con queso y verduras valientes: sencillamente adictivos!!! 4. Bebidas: Soda de Maracuyá. Fresquita, acidita... uffff 5. Postre: Creme Broullé. Para mi gusto un poco frío... el punto débil del día... aunque muy rico, no estaba a la altura de los platos. El servicio: Encantadores, atentos, serviciales, sonrientes. Una gran experiencia El Ambiente: Sí, bonito, cómodo, muy agradable... no le pongo Cinco estrellas porque lo comparo con otros que Ay Dios mío... Sin duda, es una de las mejores experiencias este restaurate. Felicitaciones!!1

Comimos una cazuela de camarones que estaba brutal, de fuerte nos fuimos con costillas de cerdo que con un maíz tierno hicieron una explosión de sabores, también pedimos el asado de tira estilo estofado con polenta que estaba muy delicioso. Buenas porciones para el precio de los platos. Es una lástima que el servicio no estuviera a la altura de los plato, sin ser catástrofico pero si con mucho por mejorar en esa parte; del resto todo estuvo fenomenal.

Muy buena experiencia con los cocteles y los platos, en general destaco el coctel tremé, entradas: el Jalapeño Cheese, el tartare y las albondigas, en fuertes: el pollo braseado, el gumbo, el sirloin y el arroz son muy buenos. tambien tienen una cava de vinos que se va formando muy bien de la mano de Leonardo (anterior sommelier de viva la vida). hay que reservar. recomendaria solamente cuidar la temperatura de los platos.

Sin duda la propuesta gastronómica que ofrecen es impresionate. Cada plato está bien logrado, sus sabores, sus texturas. Presentación. Cada detalle. Vale la pena probar de todo un poco, no te arrepentirás. El lugar es lindo y acojedor. Volveré sin duda. Y si tiene la oportunidad de ir, te lo recomiendo porq es toda una experiencia.

La comida deliciosa y los platos muy bonitos. Las bebidas también muy ricas. Sin embargo, el servicio fue muy lento. Pedimos una porción de pan con la comida y llegó con los postres. Para pedir los postres nos tocó pedirlos 3 veces a meseros distintos. Lentos para traer la cuenta. Además, no estaban disponibles varios platos de la carta.