Un restaurante con una carta limitada pero con platos con sabores únicos. Recomiendo las croquetas de queso feta, los calamares apanados y el curry de la casa de pollo. En cuanto al postre, la milhoja de la casa es una muy buena opción. Nos atendieron muy bien y la comida nos pareció fresca y deliciosa. Buen lugar para almorzar y pasar una tarde.
Un lugar perfecto para tomar onces con una oferta de pastelería y bizcochería francesa interesante. La presentación de los tés tanto fríos como calientes muy linda. Eso si con un precio de 7000 pesos por té. Volvería a probar quiche y croissant de almendras. El menú que llevan a la mesa estaba en mal estado y no es el más llamativo. La terraza un lugar agradable para una tarde soleada en Bogotá.
Un restaurante casual con una oferta de comida saludable en donde entradas frías como carpaccios, tiradito y edamame contrastan con sándwiches, ensaladas, sopas y sushi. Probé el edamame muy rico, pulpo y una sopa de champiñones deliciosa. El servicio aunque muy amables, tuvieron algunas equivocaciones con lo que ordenamos y falta todavía más conocimiento de la carta. Se ve que los están entrenando para ofrecer muy bien servicio.
Un restaurante que mezcla sabores locales para crear platos para vegetarianos y para amantes de la carne y pescados. Me encantaron los tacos de posta negra y croquetas con queso costeño. La sangría me pareció supremamente dulce y el encocado de camarones y calamares también ya que venía para comer con arroz con coco y no había un elemento que balanceara el dulce. Es un restaurante para ir a comer temprano ya que el servicio de cocina y bar va hasta las 10pm, recogen las mesas mientras uno termina de comer porque después pertenece el espacio a un bar diferente.
Me gustó mucho el restaurante. Desde que llegamos nos atendieron muy bien y gracias a las recomendaciones de Nelsón probamos platos que nos sorprendieron positivamente. Recomiendo la gyozas cubiertas con berenjena y el sushi acebichado de pulpo (mezcla de sabores inesperados). Un ambiente adecuado con el concepto del restaurante, buena iluminación y nada ostentoso. Volvería a probar otros platos fuertes y makis.
Salvo Patria
Un restaurante con una carta limitada pero con platos con sabores únicos. Recomiendo las croquetas de queso feta, los calamares apanados y el curry de la casa de pollo. En cuanto al postre, la milhoja de la casa es una muy buena opción. Nos atendieron muy bien y la comida nos pareció fresca y deliciosa. Buen lugar para almorzar y pasar una tarde.
Eric Kayser
Un lugar perfecto para tomar onces con una oferta de pastelería y bizcochería francesa interesante. La presentación de los tés tanto fríos como calientes muy linda. Eso si con un precio de 7000 pesos por té. Volvería a probar quiche y croissant de almendras. El menú que llevan a la mesa estaba en mal estado y no es el más llamativo. La terraza un lugar agradable para una tarde soleada en Bogotá.
Bruna
Un restaurante casual con una oferta de comida saludable en donde entradas frías como carpaccios, tiradito y edamame contrastan con sándwiches, ensaladas, sopas y sushi. Probé el edamame muy rico, pulpo y una sopa de champiñones deliciosa. El servicio aunque muy amables, tuvieron algunas equivocaciones con lo que ordenamos y falta todavía más conocimiento de la carta. Se ve que los están entrenando para ofrecer muy bien servicio.
El Ciervo y el Oso
Un restaurante que mezcla sabores locales para crear platos para vegetarianos y para amantes de la carne y pescados. Me encantaron los tacos de posta negra y croquetas con queso costeño. La sangría me pareció supremamente dulce y el encocado de camarones y calamares también ya que venía para comer con arroz con coco y no había un elemento que balanceara el dulce. Es un restaurante para ir a comer temprano ya que el servicio de cocina y bar va hasta las 10pm, recogen las mesas mientras uno termina de comer porque después pertenece el espacio a un bar diferente.
Toshiro
Me gustó mucho el restaurante. Desde que llegamos nos atendieron muy bien y gracias a las recomendaciones de Nelsón probamos platos que nos sorprendieron positivamente. Recomiendo la gyozas cubiertas con berenjena y el sushi acebichado de pulpo (mezcla de sabores inesperados). Un ambiente adecuado con el concepto del restaurante, buena iluminación y nada ostentoso. Volvería a probar otros platos fuertes y makis.