Fuimos a almorzar a eso de 1pm, solo estábamos nosotros en el restaurante y a pesar de eso la atención fue pésima, los meseros estaban ocupados charlando, demoraban un montón para todo. Solo por esto no creo que vuelva aunque la comida no está del todo mala, la pasta con camarones bien, la lasaña de pollo bien, el risotto de marisco no nos gustó a ninguno de los 3, tenía un sabor amargo. Las porciones son muy generosas.