Es una grata experiencia que se centra en llevarnos a otra época, es como si reviviéramos la escena de pulp fiction cuando Travolta y Thurman van al restaurante y bailan. El interior está lleno de motos y partes de autos, billares, neón y demás elementos de la cultura popular rockabilly. Yo comí unas costillitas bbq, las cuales pesaban al rededor de 600grs, estaban exquisitas, jugosas y con muchísima carne, la salsa tenía un toque ahumado y algo dulce.