Es un lugar que te hace sentir que estas en el fondo del mar gracias a sus increíbles murales y lo fresco de su comida de mar. En este lugar comimos de entrada unas crispetas de camarones que puedes acompañar con cualquiera de sus tres salsas (miel de jengibre, mayonesa de maracuya y agridulce de piña y pimentón). De plato fuerte pedimos un perro de cola de langosta que probamos con dos panes diferentes uno de ajo y el otro de finas hierbas, cada vez que dabas un bocado sentías que estabas sentado en el mar disfrutando de todas sus maravillas. Si quieres comer un buen bocado de mar en un plato te recomiendo este lugar para que disfrutes con los que más quieres.