Estuve el martes 21, Crispino como que seguía en vacaciones, la pizza que pedí, de regular a mala y el plato de mi amigo, apenas normal. Se notaba la falta del propietario. Siguen empecinados con el tiramisú como único postre, lástima. Y no han sido capaces de conseguir un datafono inalámbrico. Tiene uno que ir a la caja a pagar. La pasta es costosa. Creo que hace falta re ingeniería del lugar. Además cierran dos semanas en enero. Una falla.