Este clásico de la rumba capitalina, llegó a Medellín para quedarse. Si bien es cierto que el sazón y calidad de las comidas se conservan, hace falta un poco más de contundencia en el ambiente.
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Este clásico de la rumba capitalina, llegó a Medellín para quedarse. Si bien es cierto que el sazón y calidad de las comidas se conservan, hace falta un poco más de contundencia en el ambiente.
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