Por su localización frente al bosque del Río Lilí es de un ambiente muy agradable. La comida es buena, la promesa no pretende ser mejor. En esta sede en particular es la segunda vez que noto no están preparados a la hora del servicio. Un viernes a las 12:18 pm y todavía paseando el local, incluídos los pisos. El servicio en general es justo, rápido y amable.