Ambiente agradable, al aire libre. Buena música y brisa fresca. Sin embargo, el servicio bastante lento. La dueña, muy querida y atenta a las sugerencias. Los maduros, ricos, pero inundados en salsa que los hacen hostigantes. Las porciones de acompañamiento para la tostada valluna son bastante pequeñas e insuficientes.