Nueve

Simplemente excelente. Los vinos y las tapas son espectaculares. El servicio muy bueno. Volveremos.

El concepto del lugar, la propuesta de comida y el maridaje con los cócteles y vinos que ofrecen son muy buenos. Perfectamente se puede ir en pareja o en familia.

Súper buena atención, los tacos de pato y las patatas bravas son de otro mundo. La selección de vinos es muy interesante. El tartar de atún no está mal, pero no es el mejor.

Comida: El ingenio y la calidad en la preparación y presentación son extraordinarios. Vinos: Con variedad en la carta y la relación calidad/precio es de las mejores en Bogotá. Ambiente: La interacción con el Chef / Sommelier y la actitud de los meseros hacen que la comida se convierta en una experiencia muy agradable. Lo Malo: Hay que hacer reserva con anticipación.

Porciones muy pequeñas "para compartir" que al final toca pedir demasiadas y la cuenta se sube un montón. la hamburguesa de cordero rica, el risotto de cochinillo no tiene mucho cochinillo, el postre de chocolate blanco no sabe mucho y tiene unas pepitas explosivas que no dicen en la carta que te aburren después de un rato, no lo pude terminar. El ambiente muy rico, acogedor, el servicio muy bueno y la variedad de vimos por copa me pareció que marca una diferencia