La comida es rica, la cazuela de mariscos y el arroz de mariscos son deliciosos, el filete de robalo con champiñones y la mojarra frita son buenos. La carta no es muy variada pero los platos son ricos y con buena sazón. Solo hay un mesero y eso hace que la atención sea demorada aún siendo pocas mesas. El servicio de todos los trabajadores del restaurante no es buena. El lugar es pequeño pero acogedor, recomendado para un almuerzo casual en familia.

Es un sitio acogedor y de ambiente familiar, aunque es de comida típica/fusión tiene un estilo moderno que se refleja en la decoración y ambientación. Se esmeran en la atención y el buen servicio; fue rápido aunque no estaba lleno total. Los platos son variados de muy buen sabor, presentación y calidad. Recomendado para pasar un rato agradable y tranquilo acompañado de buena comida.