Sin duda de los mejores restaurantes de la ciudad. Tiene el detalle de que hay que reservar con bastante tiempo (en nuestro caso por ser grupo grande hicimos la reserva casi 3 semanas antes). Todos los platos de cocción lenta, brutales (el codito se lleva el premio al mejor que probamos). Los tragos muy buenos y la atención excelente. Esperamos poder volver.