Desde el momento en que se hizo la reservación se notaba actitud de proactividad y servicio de calidad. Ni hablar de la recepción por Natalia y el trato respetuoso pero atento y cálido. La carta de vinos amplia y razonable así como el conocimiento de la carta, de parte de los saloneros, del menú y lo que estaban ofreciendo hacen que la experiencia sea muy agradable. Ciertamente que todo Lo que pueda decir es poco al vivir una velada de calidad con ambiente y comida superlativos. Ambiente versátil para ir en pareja, para celebraciones especiales, con familia, con amigos o en plan de negocios