Lo peor que puede pasar es que vayas a un restaurante peruano y su comida no sea hecha o dirigida por un peruano. Nada que ver en este caso ni parecido el ceviche es muy asido y el suspiro limeño parece un manjar de cali.
Lo peor que puede pasar es que vayas a un restaurante peruano y su comida no sea hecha o dirigida por un peruano. Nada que ver en este caso ni parecido el ceviche es muy asido y el suspiro limeño parece un manjar de cali.
Actualiza tu navegador para ver esta página correctamente. Actualizar mi navegador ahora