El lugar es sumamente hermoso ubicado en la mitad del pulmón verde de Medellín. Llegar al restaurante implica una bonita caminata de 5 minutos a través de orquídeas, aves y plantas de todas las especies. El ambiente es especial pero la comida es normal. Su bien, la presentación es impecable, los sabores no remiten a nada en especial. Para comer no es repetible, pero para una tarde de vinos y reuniones es espectacular.