Lo bueno que se puede decir de este sitio es que consiguieron una excelente localización y la música es agradable. De resto todo es cuesta abajo. El amoblamiento es pésimo, hay un buen par de puestos, pero la gran mayoría de las sillas con de palo como de tienda de barrio. La carta de cócteles no tiene nada interesante y los precios son promedio. Pero el servicio es lo que hace destacar negativamente este sitio. En una hora por reloj nos sentamos, nos llevaron la carta, pero nuestros tragos nunca llegaron. El buen servicio se destaca por atender como un rey a todo el mundo, no a unos pocos con corona y dejar que el resto se defienda solito. La verdad es un gran pesar, porque el sitio en el baluarte histórico de Cartagena es muy bonito.

Este es un excelente sitio para probar comida típica cartagenera. Los ingredientes son frescos, las preparaciones son excelentes. El servicio es solicito y atento, pero nada del otro mundo. En cuanto a la decoración del local, es agradable en general, pero hay ciertos detalles que se ven ya demasiado rústicos.

No soy experto en comida árabe, pero todo lo que pedimos estuvo delicioso. El restaurante esta muy bien ambientado y decorado. El servicio fue bueno, y el precio estuvo muy adecuado. Cuando regrese a Cartagena en el futuro, este sitio será una parada obligatoria.