Si quieres un buen sitio para comer una rica pizza, de esencia tradicionalmente italiana, y pasarla bueno con unos mojitos bien preparados y música en vivo los fines de semana, entonces aquí está el lugar. He ido con amigos y casi siempre nos va bien. Una vez nos atendieron tarde y mal, pero el resto de veces nos fue muy bien. El grupo que casi siempre toca ahí es muy bueno.

Antes de ir a Narcobollo, hay que chequearse la presión. Aquí todo es carbohidrato. Y como todo es rico, uno pide más y más. Es un lugar muy tradicional de la ciudad, en donde la arepa con huevo y la sopa de mote de queso mandan la parada. Es un lugar en el que tratan como en una casa cartagenera. Y todo lo que hay en la carta es de la Costa. Te recomiendo pedir los chicharrones con yuca y suero. No hay nada mejor. Y cuando salgas, por fa, vuelve a chequearte la presión.

Es un restaurante muy acogedor, pero por fuera no parecería que la comida fuese tan excelente como lo es en realidad. La gastronomía francesa siempre me ha parecido fabulosa, pero este sitio combina ingredientes de Francia y todo el Mediterráneo y logran sabores nunca antes probados. Recomiendo el pulpo en jugo de tomate, un plato como ser feliz el resto de la vida. Recomiendo también la ensalada mediterránea y los jugos. El pero del sitio es el calor que hace allí. El aire acondicionado no es suficiente y por momentos dan ganas de salir corriendo. Pero es de lo mejor en cocina de la ciudad.

Don Juan es una oferta gastronómica nueva, creativa. Las reservas en temporada alta e incluso a veces en baja, no son fáciles de conseguir. Es una casa antigua tipo republicano refaccionada para efecto. Es algo que gusta mucho. La selección de vinos y su oferta es excelente, pero algo costosos Bueno, al llegar a la carta y el momento de ordenar les recomiendo decidirse por las tablas de queso con guarnición, muelas de cangrejo, colitas de langosta en infusión de manquilla ajo y limón, pulpo laminado con lágrimas de olivas, cereza y cilantro (carpacio) o un mero asado a la parrilla sobre arroz caldosos de limón y parmesano. Delicioso.

Esta reconocida cafetería-restaurante internacional la recomiendo de pe a pa. No había probado tan buen café como aquí y la comida es rica, no genial, pero es rica, sobre todo el sushi y la lasagna de la casa. Es un buen sitio para ir un viernes por la tarde. En compañía, por supuesto. También hay una buena variedad de tragos y cocteles. No dejen de ir.