Es un lugar súper agradable para ir a desayunar o a comer postre. Los croissant son muy ricos, también el parfait de frutas y los huevos benedictinos (con salmón ahumado y salsa dijon). De postre, particularmente, yo pido la torta de naranja con semillas de amapola. La atención es muy buena y el servicio a un buen tiempo.