Este es un buen restaurante argentino inmerso en la zona amurallada de Cartagena. El ambiente es acogedor y el servicio es excelente. De entrada probamos una estupendas empanadas de carne (no tenían en ese momento argentinas) y un carpaccio de lomo. Inclusive el pan de entrada es excepcional acompañado con una salsa de queso azul y otra de garbanzos. El lomo o la punta de anca estaban en el término adecuado. Como todo restaurante en Cartagena... Costoso, un 25% más económico y sería perfecto...