Pues la verdad me lo habían recomendado muchísimo y tenía muchas expectativas. El ambiente es muy liberal y de mente abierta, nada de tapujos ni penas...se vuelve un poco aburridor la repetidera del tema que se pueda manejar. La atención es mala y desobligada. El lugar es pequeño y puede ser incomodo. La carta es pequeña y pues me parecio descuidado el chef con los platos pues me salió quemado el cerdo que pedí. Es una experiencia que culmina bien con las trobas ya que hace reir a los clientes, inclusive manejando temas de sus aspectos.