Un restaurant de referencia en la ciudad. Comida clásica de la zona del Valle y pacifico con toques modernos de mejora o ajuste. El jugo de aguapanela maracuya y yerbabuena fantástico. Unas empanadas bastante tradicionales muy ricas con el picante de la abuela. El sancocho delicioso y muy abundante. Un encocado de mariscos y pescado divino. El postre de leche cortada con cuajada excelente! Unico punto negativo la falta de buen café….solo americano…pero, un sitio recomendado!