La comida estuvo bastante normal. Una sopa de tomate común y corriente. Pedí también una burrata y ni siquiera estuvo común y corriente sino fea. Un queso que parecía viejo, y en dos bocados ya se había acabado. La relación precio calidad es desequilibrada en mi opinión.

Se volvió en mi restaurante favorito. Ya voy con frecuencia porque el servicio es muy personalizado (cuando no hay tanta gente). El plato que más recomiendo son las berenjenas gratinadas. Tienen un sabor muy casero, el queso lo dejan tostadito, las berenjenas perfectamente hechas. Delicioso, me encanta todo!

Las galletas rellenas de dulce son deliciosas y los pandeyucas ni hablar! Cuando pedí un cafe, además de que estaba muy rico, me regalaron un brownie que también estaba increible. Ninguna queja, todo delicioso!

Fui con un chico sensacional, el ambiente es muy ameno. La comida muy rica, ordenamos dos porciones de albóndigas de falafel con salsa Álvaro y con pesto y queso. Los jugos Mamba deliciosos. Nos atendió Javier, un bacán.

Es un restaurante bueno y la zona es muy bonita. Las tapas (tortilla, champiñones, papas bravas y mini-paella) son en porciones pequeñas, cuatro son perfectas para dos personas. El servicio es estándar.