Es un restaurante donde no aplica el buen servicio, no tienen respeto por los platos. La ultima vez que fui solicite un ajiaco y me dieron un recuerdo de ajiaco, ya no tenían cuando lo pedí y prefirieron sacar lo que quedaba en la olla, parecía compota de ajiaco.

Es un restaurante de tradición para las nuevas generaciones, la comida siempre ha sido icono en calidad. La labor social al solo contratar mujeres cabeza de hogar en muy importante. Lo malo es que ya es imposible entrar, siempre con sus filas de mas de 30 min de espera. El servicio ha decaído de manera significativa, se acabo la pausa, todo se torno rapidito para rotar mas comensales. Los clientes pasamos a un segundo plano, ahora solo interesa los números en su facturación.

Es un restaurante que ofrece muy buenos productos, lastima que su ubicación no le permite llegar a su selecto publico los fines de semana. Ojalá puedan visitarlo, tiene parqueadero gratis cubierto, vinos, cervezas y el mejor Cafe Illy !