En la descripción de la reseña del restaurante hablan de la calidad de los platos de la cocina de Rafael. El ambiente es agradable, los espacios muy bien aprovechados crean una atmósfera de tranquilidad que contrasta con la falta de detalle en la presentación de los platos. Nuestras expectivas eran muy altas no solo en el sabor sino también en la presentación de los platos.

La Provence es un pedacito de Francia en la cosmopolita Bogotá. La experiencia comienza desde el color de la puerta de entrada, la decoración pensada en cada detalle con elementos vintage/ millésime que han sido escogidos con la sutileza que permite remontarse al olor de la lavanda. El vino al calor de la música en vivo y la suavidad en la boca de un chateaubriand bernaise. Cada vez es una experiencia a repetir...