Es un sitio mágico, con un ambiente muy tranquilo, lleno de buen gusto. Todo su concepto gira en torno al apotecario como farmacéutico y acá se resalta la relación del alimento como medicina, en la carta describen detalles sobre cada plato. Es un lugar acogedor, con gente igual se acogedora, me gusta su música y tienen buena comida. Deben ir y dar su opinión!