El ambiente es agradable, bueno para conversar y estar en grupo o en pareja. La decoración, curiosa, con sus referencias a un mundo encantado. La cocina, sin embargo, no logra un punto sobresaliente, sin ser mala. Desafortunadamente mi plato llegó algo tibio, en desmedro de un buen comienzo de la experiencia y baja de intensidad en sabor y placer a medida.