MALU "comida para el alma", me sorprendió gratamente, el ambiente es sencillo, tranquilo y casual. La atención es buena. La carta te envuelve, con la presentación de la Chef María Luisa contando los orígenes de los ingredientes que usa para lograr tan exquisito menú. Los postes no se quedan atras, son deliciosos. Seguro volveré. Lo recomiendo.