Innegablemente lo mejor y más importante son los productos, de la variedad que pedimos fueron buenos: chocolate caliente, café con leche, empanadas, panes... los muchachos que atienden muy amables. El lunar es la ambientación pues es un apartamento adaptado en un segundo piso, no es agradable a la vista, algo pequeño e incómodo y que por favor no sirvan en loza desportillada! Pero si volvería.