Decepcionante.... los creadores de este restaurante le dedicaron mucho tiempo a la decoración del lugar y a la “escenificación” de los platos, y dejaron un poco de lado lo básico: el servicio y la calidad de la comida. Las entradas tomaron décadas en llegar, los cócteles con muy poco licor, los platos fuertes normales (no sorprenden) y los postres se quedan en pura decoración.