Espectacular el concepto de este restaurante. Es una mezcla entre la comida peruana y japonesa, llevada a otro nivel. La carta consta de platos para compartir, aunque tres son más que suficientes para una pareja. Todo es delicioso con un sabor exótico y diferente. Recomiendo los tacos de pato pekin y la langosta. El ambiente y el servicio también son excelentes, vuelvo!