Fuimos con un grupo que celebraba despedida de soltera. La comida estaba absolutatemente increible. Los spare ribs se deshacian con tocarlos con el tenedor y el pure de yucca como acompañante lo complementaba a perfección. El servicio estuvo super alegre y ameno, la muchacha nos atendio con una sonrisa y chisteando con la mesa. El vino muy bueno. Mi jna queja es que salimos oliendo mucho a ahumado y la ropa quedo muy impregnada con el olor. Como estabamos de viaje, mi bufanda olia a ahumado todo el resto del viaje.