Esperaba mucho más de un restaurante donde su dueño es un grupo de pescadores colombianos. El sabor simplemente es al del producto nada novedoso, eso sin contar que el servicio es malo (fui un sábado 2pm), más de 30 minutos esperando y los platos se sirven muy a destiempo. No volvería y no le recomendaría este restaurante a alguien salvó que ese alguien quiera como atractivo principal una fila de personas a la entrada.