Un ambiente bastante acogedor, el restaurante es pequeño pero muy bonito, ponen música agradable, la comida estuvo preparada en pocos minutos, pero hay que tener en cuenta que el restaurante no tenía muchos clientes en ese momento. La preparación de los platos y su presentación estuvo impecable. Todo fue delicioso el pescado (no recuerdo el nombre) con almendras estaba divino!!! Un sitio al que sin dudas pienso volver. De postre ordenamos una tartaleta de almendras con té de vainilla en leche, delicioso todo. Le doy 5 estrellas por que en mi humilde opinión valió mucho la pena.