Restaurante muy rico con excelente atención y buen ambiente. Nos sentamos en la terraza a almorzar y fue muy agradable. De entrada pedimos el Carpaccio de Lomo el cual tiene un sabor sutil, no muy abrumador. De platos fuertes pedimos el Pappardelle al Telefono y la Lasaña de Boloñesa, ambos platos deliciosos, en buena cantidad. De tomar pedimos la sangría de tinto, la cual estuvo muy cargada de frutas y el gin tonic de Hendricks que viene en buena porción. El servicio es muy atento y rápido. Full recomendado.