Es muy rica la comida de Cacio y Pepe. Gracias a la recomendación de su chef, Juan Pablo Parra, probé una entrada espectacular, que creo que por iniciativa propia no lo hubiera hecho: Las Coles de Bruselas (o repollitas) preparadas con miel, limón, pecabas y semillas de mostaza. En mis futuras visitas no faltarán en mi mesa. Las pizzas, deliciosas, una masa suave y crocante de la que invitan a no dejar su borde (para quienes tienen esa maña). Otros platos fuertes como los ravioles de cangrejo y la arrabiata con mariscos, la entrada o la pasta con albóndigas, los fettuccine de hongos rostizados, la carbonara, entre otros componen una carta muy versátil y para todos los gustos. Finalmente, postres como la crema de pistacho y los cannoli con mascarpone en caldo de vino y frutos rojos cierran una fenomenal experiencia culinaria acompañada de un servicio cálido y amable por parte de su staff. Gracias y felicitaciones.