Hace unos años solía venir a este restaurante, justo cuando empezaban y tenían un solo local. En ese momento los dueños (creo que eran un par de hermanos) estaban ahí y se esmeraban porque la comida y la experiencia fuera agradable. Hoy, después de varios años sin venir, lo hice nuevamente, y me lleve tremenda decepción... la calidad de la comida ha desmejorado un montón, los tiempos de espera son imposibles (esperamos más de una hora por nuestros platos), el servicio malísimo... que pesar!! Pésima experiencia!