Muy buena propuesta de comida árabe. Tienen una terraza ideal para días soleados. Probamos el plato del sultan con toda la selección de albóndigas de cordero, pinchos de pollo y res, falafel, tabouleh, hummus, papas de la casa y arroz de almendras, muy recomendado para probar toda la selección. Adás pedimos el pollo marroquí que estaba delicioso, relleno de aceitunas y pasas, fue el que mas descrestó. El servicio con altibajos, aun cuando el lugar estaba vacío, no estaban pendientes de la mesa. Vale la pena probar!