Una cafetería clásica Bogotana con productos deliciosos y tradicionales! Fuimos a desayunar y nos encantó! El tamal es de otro mundo, lleno de carne y super fresco; la arepa que lo acompaña es espectacular. El pan bagette es su producto insignia con toda la razón, te traen de cortesía y es fresco y llega calientico, crocante por fuera y suave por dentro! Lo que menos nos gustó fue el omelette que no era nada del otro mundo. Contamos con suerte en el servicio, nos atendieron rápido, pero el sitio es a reventar.