Un buen lugar para tomar café con opciones sencillas pero bien logradas para desayunar. El americano me lo esperaba mejor, el capuccino si sorprende por lo bien preparado y balanceado. El croissant una delicia, coincidió que lo estaban sacando del horno y me encantó! Probamos también las migas paisas que estaban muy ricas y los huevos criollos que nos son nada del otro mundo. El lugar es bien acogedor!