Un lugar para los más curiosos: los sabores del menú son producto de combinaciones de colores, sabores y texturas inesperadas. El restaurante está muy bien iluminado, tiene un ambiente acogedor y aunque es pequeño no hay sensación de agobio; es lugar ideal para escapar de la agitada y ruidosa vida bogotana. Vital hacer reserva de lo contrario se pueden demorar entre 30-60min antes de conseguir una mesa.