Un lugar sin pretensiones donde lo verdaderamente importante son los sabores. La comida estuvo muy rica, las setas horneadas deiciosas aunque solo vienen champiñones. El encocado estuvo bien, pero aún mejor el spaghetti achiotado. Lo mejor de todo fue el postre, tarta ganache, de verdad, deliciosa . Lo malo: casi 1 hora para que llegara la comida.