La comida no es nada del otro mundo para el precio tan elevado. El ambiente no es el mejor para ir a almorzar, es imposible hablar por el alto volumen de la música en vivo. Para aumentar el ruido, cada hora uno de los integritantes de la banda lee los saludos de las personas que están celebrando algo y a pesar de tener micrófono grita. El servicio es muy regular, hay que perseguir a los meseros para que vayan a la mesa.