El mochi (postre de helado) fue los más rico que probé en el restaurante. Los baos no me parecieron tan buenos. No están mal, y si uno va a almorzar de apuro es una opción rápida que está muy bien, pero si quiere comer algo especial y descrestante, no es el lugar. Los buns de arroz eran un poco secos cauchosos, aunque el sabor del relleno era muy rico. El único que no me gustó fue el de falafel, por la textura, pues era muy seco.