Fui a este restaurante porque suelo ir al del centro, pero la atención y el ambiente en Usaquén son pésimos. Por alguna razón el extractor no sirve, así que además de oler ahumado, había tanto humo que era difícil respirar. Los meseros despreocupados, aunque sólo había dos mesas ocupadas y ambas estaban en el mismo ambiente. La carne muy buena, pero esto no compensa la mala atención.