Lo mejor del restaurante, sin duda, es el lugar: una especie de “plazoleta de comidas” al aire libre ubicada en un patio de una casona de Chapinero Alto. Dicho lo anterior, la comida es muy recomendable: comida callejera asiática pero tomada en serio y a la colombiana. Vale mucho la pena ir en una tarde de sol, con amigos, y con algunas cervezas.