Para mi el mejor restaurante de Bogotá. La colita de langosta, el pato, en fin, toda la comida es sencillamente espectacular. La decoración del plato es formidable. La atención es muy buena. Harry el dueño se tomó foto con nosotros y fue muy amable. Es un lugar donde vale la pena ir. El premio es justo para la calidad de los sabores de la comida. El mejor!!! Volveré sin duda alguna.